“My father said,
Don't you worry, don't you worry, child.
See heaven's got a plan for you.
Don't you worry, don't you worry now."
J.M. & M.Z
yo
Para viajar normalmente utilizo y recomiendo ropa cómoda, para
mi es importante reflejar algo de mi personalidad en la forma como me visto así
que si para ti también, ve por tu versión más relajada.
Cuando se trata de viajes largos, la incomodidad es algo
implícito así que ¿para qué empeorarlo? Jeans, zapatos cerrados y planos hacen
parte de mi repertorio. En caso de usar sandalias llevar medias en el bolso de
mano no es mala idea; en los aviones rara vez hace calor.
No recomiendo vestidos, ni viajar de blanco ni nada
ajustado. Nada como unos jeans no ajustados, tenis, camiseta y una
chaqueta.
Así estaba en el aeropuerto diciendo adiós a mis papás y
pasó el momento más feliz en medio de la ansiedad: deshacerme de mi maleta. El
alivio solo se ve limitado cuando tienes otra maleta de mano, la verdad entre
más ligero se viaje mejor. Yo por razones obvias estaba haciendo de toda la
capacidad disponible y hasta más. La verdad estaba rogando que el de la aerolínea dejara de hacerle ojitos a mi maleta de mano, que honestamente no tenía para nada las dimensiones de una maleta de mano.
Una de las ventajas de viajar ligero y no ponerse tantas
cosas es al momento de pasar controles, si tienes zapatos altos te los hacen
quitar y en ocasiones los tenis también pero al menos así tienes medias, nada
como no usar correa y muchos accesorios, uno deja todo en la bandeja, pasa el sensor no
suena y te dejan en paz.
Es algo en lo que pensar, sobre todo si tienen varias escalas.
Por estos lados lo malo de tener maleta de mano es que además de
pasar por el aparato ese que las escanea así no salga nada sospechoso, la abren y honestamente yo no tengo
problema siempre y cuando ELLOS puedan volverla
a cerrar. Yo: ¡claro! Internamente “buena suerte”.
Recuerdo que el de migración era
super simpático, pensó que era menor –me cayó muy bien- y no tenía ni
idea de qué era Burdeos. Pasé los controles y luego me aburrí, porque no hay mucho que hacer en el aeropuerto y llegué con buen tiempo (dato a no olvidar), recuerdo comprar algo de tomar, tenía un libro que no me terminé, una persona al lado que hacía muchas preguntas, un niño que no obedecía -les digo que siempre hay al menos uno- y luego el avion despegó.
El despegue me gusta mucho, me gusta la velocidad antes que el avión se eleve. En algún lado escuché que el despegue y el aterrizaje son los momentos con mayor probabilidad de que algo vaya mal, a veces este dato se me viene a la cabeza así que miro por la ventana mejor y así me lo sacudo. No recuerdo mayor cosa del vuelo, debí comer algo pero no creo que me quedara dormida, no hay mucho tiempo entre Cali y Panamá y además estaba intentando absorber cada instante en el cielo.
Lo que sí recuerdo es que unos días antes de irme tomé un par de fotos por el norte de Cali, una de esas fotos fue de un árbol en la carrera primera, ya saben esos árboles con flores hermosas que florecen no-se-cuántas-veces-al-año. A mi no se por qué no se me ocurrió ver la foto antes, con nostalgia la busqué en mi celular el día que ya me iba en el aeropuerto y me di cuenta que me quedó borrosa. Eso no me hizo feliz.
Ah, se me olvidaba. El día que me iba, mis papás me llevaron
al aeropuerto, ese día misteriosamente la señalización del desvío para ir hacia
el Aeropuerto no estaba; la cosa se nos hizo rara, estaba como lejos el
aeropuerto. Terminamos pagando peaje y buscando cómo regresarnos desde Palmira
y este es un detalle que no quieren olvidar.
Continuará…
Próximo Ep: CLO-PTY-AMS-BOD
BS: Pearl Jam!
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