¿GENEROSIDAD FANÁTICA, HIPÓCRITA O DE LA OTRA?

Siguiendo con mi saga de aprendizajes y opinión, algo que he aprendido y sigo aprendiendo es sobre la generosidad; el típico dar sin esperar nada a cambio, haz el bien sin mirar a quién y otras variaciones. 

Inicio este post diciendo que somos egoístas con los otros, y  eso es un hecho que no sorprende a nadie;  pero en ocasiones también podemos ser egoístas con nosotros mismos, de hecho lo hacemos con bastante frecuencia. ¿Cómo se puede ser egoísta consigo mismo? Al darle todo lo mejor de nosotros a todos a nuestro alrededor; ¿cuándo hacemos esto? Bueno, ¿alguna vez has intentado animar a alguien en un momento de baja autoestima? Es decir, cuando uno dice todas estas cosas positivas sobre la persona e intenta realmente lograr que vea todas las cosas buenas de sí misma.

El asunto es que cuando se trata de nosotros, en ocasiones –ojalá no siempre- no nos extendemos la misma generosidad. ¡Nos atacamos de forma más dura que a los otros incluso! Si bien yo soy de las que realmente cree que ayudar a otros a ser feliz puede ayudarte a ser feliz también -no tiene que ver con idealismo, sino con el reconocer en el otro la misma esencia que nos hace ser humanos- también creo que para poder cuidar de otros es necesario cuidar de nosotros mismos. Hay solo una determinada cantidad de algo que se puede dar antes de que se acabe y no haya más para dar. En menos palabras: no se puede dar de lo que no se tiene.

Muchos hemos pensado que estamos haciendo un excelente trabajo sonriendo y diciendo las cosas correctas para los demás en todo momento y en ocasiones, esa generosidad llega al punto de atentar contra nosotros mismos,  aquí me refiero netamente al plano emocional.

Es necesario encontrar un balance entre el dar y recibir, pareciera que el concepto que nos intentan vender a veces, es el de una generosidad fanática, que implica algún tipo de sacrificio; como si el dar debiera doler y el recibir fuera algo reprensible. No está mal pensar en nosotros primero de vez en cuando, de hecho hay ocasiones en las que el ponernos en el primer lugar puede hacer un bien mayor ¿o por qué creen que en los vuelos el protocolo dice “asegúrese de tener la mascarilla bien puesta antes de ayudar a otros”? Esto va muy de la mano del saber decir "no". 

Decirte cosas bonitas a ti mismo o hacer cosas por ti de vez en cuando no te hace vanidoso o egoísta, pero decirle a alguien que haga algo o piense algo sobre sí, cuando nosotros mismos no lo hacemos o pensamos, sí nos hace hipócritas –lo busqué en el diccionario-. 

Necesitamos de esa generosidad bonita que comparte y que acepta, de la otra que no es obsesiva y no miente sino que hace feliz



film martin freeman love actually hugh grant liam neeson

Buena semana. 

BS: Galvanize   The Chemical  Brothers   
Feel Good Inc           Gorillaz 
Crazy Gnarls          Barkley

CONVERSATION

0 comentarios:

Publicar un comentario

Back
to top