MA VIE EN FRANCE: EDICIÓN PARÍS

Llevo 8 meses en Francia. Me tomó 7 meses llegar a París. ¿Por qué? Supongo que una parte era el dinero, otra parte era que quería ir cuando estuviera haciendo el clima perfecto, quería todo planeado, la compañía perfecta  y no sé cuántas otras ideas extrañas.

Fui París con los mismas restricciones de dinero, no hacía clima perfecto, todo fue de improviso pero la compañía fue perfecta.

Cuando les digo que fue de improviso no exagero, decidimos viajar el jueves, el viernes compramos tiquetes y viajé el sábado en la mañana. Es una de esas oportunidades chéveres que llegan y requieren que tomes una decisión en un minuto. Las mejores oportunidades.

Al llegar, -por el Orly- no teníamos ni idea de hacía a dónde ir, así que solo abordamos el bus que nos debería llevar a la ciudad y luego en el camino definimos cómo llegar. Como alguien a quien le gustan los planes esto parecía un poco antinatural para mí, pero les digo que al mismo tiempo es muy liberador de vez en cuando dejar que las cosas vayan fluyendo, después de todo fue así como llegué a París.

Estando en el bus vi una parte de la Torre Eiffel, en ese momento la emoción que me embargó no tiene precedentes. Recuerdo pensar “venga Gina no te avergüences a ti misma”. Pero creo que esa torre es un sueño para muchos, uno que está implícito y me hizo entender que de verdad estaba en París. La ciudad en la que cuando era muy niña vi a Mary-Kate y Ashley Olsen tener sus aventuras en la película Passport To Paris (una de mis favoritas).

Algo que no sé si saben algunas personas sobre mí pero les comparto: yo soy una pesadilla de turista. Soy de las que se levanta temprano, usa tenis o zapatos cómodos, toma bolso, mapa y sale a caminar. Decir que me gusta caminar se queda corto, así que si alguna vez tenemos la oportunidad –y espero que así sea- de viajar juntos, considera esta tu advertencia.

Caminé desde El Arco del Triunfo hasta el Louvre junto al Sena, y mientras me maravillaba con todo lo que veía, pequeñas gotas de agua caían sobre mi parka. Como siempre el Louvre estaba lleno, no entré ese día pero no hay lugar para la decepción en París, seguimos caminando pasando por la Opera, las Galleries Lafayette, la Iglesia de la Trinidad y llegamos a Montmartre.

Montmartre. El barrio de mis sueños. Una mezcla de calles de piedra, bares, colinas, arte, casas antiguas  y un clima particular. Les digo que me lo caminé casi todo, y justo en este momento que realmente quiero compartirles una descripción digna me quedo corta, se que no será suficiente. Si vas a París –confío en que lo harás- andá a Montmartre y caminalo todo. Es un gana gana por donde se le mire, ejercitas piernas y te maravillas con la vista. Hay desde un monumento a un personaje de libro que atraviesa los muros, hasta un gato en una ventana con su propia cuenta en facebook. 

Luego de lo que creo fueron horas caminando por el quartier, llegamos a la cima y ¿qué hay en la cima? El Sagrado Corazón, una catedral hermosa desde cuyo exterior se puede apreciar una vista panorámica de todo París. Y ahí me di cuenta, que no te preparas para ir a París.

Uno  puede pensar que París es una ciudad con una lista de chequeo de monumentos a visitar, la foto para subirla a la red social y puede uno pasar a la siguiente cosa. No. La ciudad tiene una energía que te llega, una emoción que se te contagia. Con mi amiga recuerdo estar de pie frente al Sagrado Corazón y decirle: piensa en todo lo que hemos pasado para llegar aquí; ella me dijo: podría llorar. Le respondí que era el efecto París; el querer llorar, querer tener a alguien para tomarlo de la mano, querer conocer a todo el mundo, querer estar despierto 24 horas para no perderse nada, reír extasiados...Eso y mucho más es París.

Me perdí por horas en el Louvre, hay tanto por ver. No se preocupen que hay indicaciones por todo lado para encontrar la Mona Lisa y una vez que la encuentren ármense de paciencia. Pasé al otro lado del Sena para llegar a Notre Dame de Paris y puse mis pies sobre el punto 0, el punto donde todo comienza. ¿Alguien ha leído Ana y el Beso Francés? Yo lo leí hace años cuando era (más) joven. Etienne le dice a Anna que pida un deseo y yo me lo pedí también porque, ¿por qué no? El punto 0 es el punto a partir del cual se miden las distancias. De ese lado del río queda el Latin Quarter, un mercado de flores y hay turistas por montones.

El día de las elecciones me uní al espíritu de celebración de los parisinos por  la elección de su nuevo presidente -la verdad me volvió el alma al cuerpo-  y en mi último día fui a la Torre Eiffel y caminé por el Pont de Bir-Hakeim  con menos compostura que Ellen Paige y Leonardo DiCaprio en Inception (El Origen). Tanto más que les podría contar; pero lo que quiero compartirles es más que los sitios turísticos, es la experiencia de vivir París y en realidad de vivir cualquier ciudad nueva.

Si van, lleven zapatos cómodos, no se preocupen por buscar lo perfecto de la ocasión: vivan París, salgan, caminen, si tienen a alguien especial con ustedes; denle un beso, tómense de la mano, si les llueve saquen sombrilla, cómprense un helado (de spéculoos), una crêpe en un puesto cualquiera y digan "merci" sonriendo, no usen google maps más de lo estrictamente necesario, pidan un mapa de verdad, tomen fotos. Después que estén en la zona en la que hay turistas pueden caminar con confianza, dejen que la ciudad los haga sentir su magia y no se vayan sin decir al menos una vez: Paris Je t’aime




BS: James Blunt  Album: The Afterlove
para mis amantes de JB, esas letras están <3 
Make me better, Don't give me those eyes....

CONVERSATION

3 comentarios:

  1. Ginaa que ovarios tuviste para dejar todo e irte a la maldita sea! Me alegro que hayas hecho realidad tu sueño, espero leer pronto como fue el proceso para ahorrar y la planeacion de este viaje. :)

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    1. omg un comentario!!! *fan girl. Gracias por leerme y voy a preparar algo para contarles como es que termino dejando las cosas y me voy a la como sea hahahah un abrazo! De nuevo gracias totales.

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