Ya estamos acercándonos –cada vez más rápidamente pareciera-
al final del 2016. En mi opinión una constante ha sido la búsqueda de la
igualdad en todos los aspectos, en mi memoria quedará como el año en el que
“ser” implicó mayores desafíos ¿a qué me
refiero?
Causas como el feminismo y el matrimonio entre parejas del
mismo sexo causaron gran furor (sé que no solo en este año) y también lograron
polarizarnos, hasta el punto que por primera vez pensábamos más de dos veces
antes de publicar algo en redes sociales, hablar o actuar. Intentaré ejemplificar lo mejor que puedo este
punto.
Ser hombre en un mundo en el que el feminismo se puso de moda
no debió ser fácil ¿cuáles son las líneas? “¿si pago la cuenta de la cita estoy
siendo caballeroso o machista?Pero si la dejo pagar, ¿quedan claras mis intenciones?” Ahora
vamos a las mujeres; ¿si lo invito a salir yo quedo como lanzada o empoderada?
¿Acepto el puesto que este señor me ofrece o me quedo de pie? Y así con muchas
otras situaciones.
Ser heterosexual en un mundo que acepta y no acepta que las
parejas del mismo sexo se casen y tengan niños puede llevarte a un sentimiento
que no sabe uno como ubicar: no quieres hijos y no quieres casarte pero puedes
hacerlo. ¡Oh, la ironía! Y bueno, del caso contrario no creo que necesite entrar
en detalles.
Ser blanco en un mundo en el que el movimiento “black lives
matter”, para declarar que las vidas de las personas negras, afro o de color
también importan; debe ser difícil ¿cómo llamarlos? ¿si digo esto, estoy siendo
racista? Por supuesto también está el otro lado de la moneda, ser negro: “¿cómo
le digo que no me molesta que digan que soy negra cuando se refieran a mi color
de piel?”
Estas situaciones hicieron que el 2016 fuera algo así como un
buscaminas (ese juego que todos jugamos sin realmente entender). Pero
respondiendo a la pregunta del título, lo primero que pensé es que este tipo de
situaciones llaman a nuestra empatía, a la capacidad de ponernos del otro lado.
Todo este texto comenzó con la idea de qué difícil es ser mujer, pero todos
tenemos el mismo problema, el ser quienes somos se volvió una papa caliente que
uno no puede esperar para tirarla a la siguiente persona.
Se me ocurre que algo que nos falta es vernos por quienes
somos en lugar de por lo que podemos mostrar en el exterior; entender que el respeto aplica para
todos, que hay que saber pedir disculpas, aceptarlas y sobre todo para “ser” y no
morir en el intento, se necesita una dosis considerable de buen humor.
BS: Submarine. The Shoes Ft Blaine Harrison
Es cierto, tal vez antes las personas no se preocupaban tanto por si eran ellas mismas o no, y ahora parece que importa cada vez más.
ResponderEliminarSí, hay un deseo cada vez más grande de mostrarse como uno es, pero así mismo crecen las complicaciones. Gracias por leerme Arvid <3 x
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